¿Cabe la mediación en mi caso?

¿Cabe la mediación en mi caso?

Escrito por: Jorge Miralles Andress

La mediación es posible aplicarla a cualquier conflicto entre partes. Son muchos los ámbitos en los cuales la mediación es útil y a veces hasta necesaria

Hace unos días me hicieron exactamente esta pregunta: Sin entrar mucho en detalles, diré que se trataba de un asunto de conflicto de salida de un socio de la empresa, donde el desacuerdo en la valoración de su participación estaba poniendo en riesgo la continuidad de la sociedad. A simple vista, parece claro que este asunto no es que sea susceptible de resolverse por la vía de la mediación, sino que es, posiblemente, la mejor opción.

La mediación es posible aplicarla a cualquier conflicto entre partes. Son muchos los ámbitos en los cuales la mediación es útil y a veces hasta necesaria, como por ejemplo los asuntos laborales, de convivencia comunitaria, temas ambientales, civiles, contractuales, comerciales, familiares, societarios, sanitario,… Habitualmente cuando tenemos un conflicto acudimos a los Tribunales confiando que vamos a obtener la mejor solución. Sin embargo, no siempre es esta es la vía más adecuada o satisfactoria para la gestión y solución del mismo.

NO TODAS LAS DISCUSIONES SON SINÓNIMO DE CONFLICTO

Pequeñas disputas en torno a problemas que son, generalmente, banales (por ejemplo, si el aire acondicionado está demasiado fuerte), lo normal es que el problema pueda solucionarse pronto. Hablamos de problemas mucho más profundos que no desaparecen sin más. que no son una simple desavenencia sino un desacuerdo real que se ha intentado solucionar, pero no somos capaces de resolver por sí mismos. La mediación conviene tanto cuando el conflicto está latente para prevenir y evitar que escale, como si ya es manifiesto, donde están identificadas las partes y el problema. Cuando en la familia, el trabajo, las relaciones comerciales, las discusiones no llevan a una solución, no hay que esperar a hacerse daño y faltarse al respeto, es mucho mejor buscar ayuda que buscar culpables y discutir una y otra vez. Si se acude a mediación a tiempo, se pueden prevenir muchos disgustos.

¿QUÉ SE NECESITA PARA ACUDIR A MEDIACIÓN?

En el caso que comentaba, los socios cumplían el pre-requisito de siendo las personas involucradas en el conflicto y afectadas por él, estaban dispuestas a asumirlo como tal y a usar la palabra como medio, como herramienta para abordarlo, procesarlo, decantarlo, asimilarlo. Había una sincera voluntad de buscar una solución. Cuando una de las partes no participa plenamente, o no tiene una intención clara de colaborar, la mediación puede estancarse.

Es necesario por tanto contar con la propia voluntad de las partes de solucionar su conflicto (con la ayuda del mediador). Siguiendo con el caso, se necesita voluntad para iniciar el procedimiento de mediación, pero también para mantenerlo para lograr concluir el acuerdo. La voluntariedad que supone acudir a mediación aporta la necesaria actitud que se precisa de las partes, para que fluya con éxito la mediación. Si este principio no se cumple y el interés por resolver el conflicto no nace de las partes, no será posible avanzar en el proceso.

Es conveniente, que antes de acudir a mediación las partes tengan claro los temas que quieren resolver, así como la información que pueden aportar sobre ellos y las opciones que plantean. En el caso comentado, los distintos socios, sabían que es lo que querían y donde se encontraba el desacuerdo. Desgraciadamente no siempre es así. En la mayoría de las ocasiones nuestra misión como mediadores es ayudar a comprender por qué y cómo se ha llegado a la situación de conflicto. Las personas atrapadas en un conflicto tienden a saber lo que no quieren, y si se les pregunta, les resulta difícil expresar lo que sí quieren. Una vez establecidos estos previos, es primordial recordar que todo es negociable y que cualquier idea puede ser buena a la hora de intentar resolver un conflicto. Mantener una perspectiva win-win y una actitud proactiva y colaborativa ayudará a encontrar una solución rápida y satisfactoria para todas las partes implicadas.

“EL ÁRBOL RÍGIDO ES EL QUE ANTES CAE”

Un aspecto fundamental de la mediación es la flexibilidad. Es necesario que concibamos y aceptemos la idea de que las partes deben encontrar el acuerdo beneficioso, para lo cual vamos a tener que ceder en algunas cosas, al igual que también deberá hacerlo la otra parte. Afortunadamente los socios de los que hemos hablado, superada la primera fase en que siempre hay cierta tensión, adoptaron una postura razonable y abierta a tener en cuenta que existen otras posturas igual de válidas que la propia, así como la posibilidad de modificar la propia postura o añadir aspectos o elementos provenientes de las otras partes. Con flexibilidad la mediación facilita la conciliación de los diversos objetivos e intereses de las contrapartes, lo que nos permite utilizar diferentes alternativas para negociar, buscando soluciones a los problemas, que beneficien a todas las partes.

A la pregunta inicial de “si cabe la mediación en mi caso”, podemos concluir, que como hemos visto, en casi todos los conflictos la mediación puede ayudar a encontrar la salida a la disputa, que la actitud de las partes es fundamental para el buen desarrollo del proceso, y que la intervención del mediador profesional posibilita la generación de opciones que permitan una solución acordada de forma rápida y eficaz, evitando tener que acudir a la vía judicial.

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  • Posted by AMM
  • On 28 de abril de 2021
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