La mediación como herramienta de desarrollo social
Escrito por: Victorina Bastante Soler
Un enfoque interdisciplinario, inter-político y sostenible
Tras las recientes elecciones nacionales, es fundamental continuar destacando la importancia de la mediación como una herramienta, que, por su naturaleza y objetivos, es inherentemente Interdisciplinaria, Inter-política y Sostenible en cuanto a que contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
El papel de la mediación en la promoción de la cultura de la paz, el establecimiento de la Gobernanza Participativa y la autodeterminación ciudadana es innegable. Independientemente de los resultados electorales ( Este artículo se ha escrito antes del periodo electoral), la mediación debería ser una prioridad para cualquier gobierno comprometido con el bienestar socioeconómico de sus ciudadanos. Además, es esencial entender que la mediación no pretende desbancar al sistema judicial tradicional, sino complementarlo, aliviando su carga y proporcionando una vía complementaria para la resolución de conflictos que aumente su eficiencia y eficacia.
LA MEDIACIÓN ES INTERDISCIPLINARIA
En primer lugar, defendemos la interdisciplinariedad de la mediación ya que esta toma prestada técnicas, teorías y enfoques de una variedad de disciplinas para facilitar la comunicación efectiva y la resolución de conflictos. Estas disciplinas incluyen, entre otras, la psicología, la sociología, el derecho, la filosofía, las ciencias de la comunicación y la educación.
Por ejemplo, de la psicología, la mediación toma conceptos como la empatía, la escucha activa y la inteligencia emocional. De la sociología, utiliza la comprensión de las dinámicas sociales y de grupo. Del derecho, toma los principios de justicia, equidad e imparcialidad. Y de las ciencias de la comunicación y la educación, toma técnicas de la argumentación para facilitar el diálogo crítico, el aprendizaje cooperativo y la pragmadialéctica para resolver conflictos de forma dialogada.
Además, la mediación requiere una amplia gama de habilidades sociales que no están limitadas a una sola disciplina, como la capacidad para facilitar el diálogo crítico, gestionar conflictos complejos, negociar acuerdos y promover la colaboración.
La mediación promueve el diálogo constructivo y la resolución pacífica de conflictos. En lugar de recurrir a la confrontación y la adversidad, la mediación fomenta la comprensión mutua y la cooperación. Sin embargo, es importante aclarar que la mediación no tiene como objetivo reemplazar el sistema judicial tradicional ni fomentar el intrusismo. Por el contrario, busca trabajar en conjunto con este sistema para ofrecer a los ciudadanos una gama más amplia de opciones para la resolución de conflictos. De hecho, la colaboración de la persona mediadora (independientemente de su profesión/formación de base) con un abogado/a durante el proceso de mediación es esencial para garantizar el éxito del procedimiento a través de su forma jurídica, al mismo tiempo que es el profesional que tiene la competencia de proporcionar a las partes la orientación legal necesaria.
La mediación es mucho más que una simple técnica de resolución de disputas donde sólo se ha de seguir el procedimiento.
El éxito de la mediación radica en su complementariedad con el sistema judicial tradicional. Al ofrecer una alternativa más flexible y colaborativa al litigio, la mediación puede ayudar a aliviar la carga sobre los tribunales. Carga que suele deberse a que muchos de los expedientes que se judicializan son muy difícil de resolver de forma definitiva. La razón es que el juez ha de decidir sobre problemas puntuales que se sostienen en estructuras complejas que son las que crean y mantienen el conflicto. Por lo tanto, es habitual que, tras la sentencia del juez, se vayan enlazando demandas anexas al conflicto original, prolongando el proceso y sobrecargando aún más el sistema. Al proporcionar un espacio flexible para el diálogo constructivo y la resolución pacífica de conflictos, la mediación puede prevenir este ciclo de demandas continuas y ofrecer soluciones más rápidas y satisfactorias para las partes involucradas.
LA MEDIACIÓN ES INTER-POLÍTICA
En segundo lugar, y dado el momento sociopolítico en el que nos encontramos, queremos hacer hincapié en la característica inter-politica de la mediación, ya que su objetivo es resolver conflictos y promover la paz, la justicia y la cooperación, independientemente de las ideologías políticas.
Somos conscientes que el término “inter-política” no es un concepto ampliamente reconocido o utilizado. No existe una definición clara o establecida para este término en el contexto político. Sin embargo, podemos entenderlo como una idea que busca explorar la interacción y la colaboración entre diferentes posturas políticas, promoviendo el diálogo constructivo y la búsqueda de soluciones comunes más allá de las diferencias ideológicas.
La inter-política entendida de este modo implica la apertura a discusiones y debates políticos inclusivos, donde se valora la diversidad de opiniones y se busca un entendimiento mutuo. Este enfoque podría permitir la búsqueda de puntos de encuentro y la generación de consensos, con el objetivo de construir soluciones que beneficien a la sociedad en su conjunto.
En esencia, lo que pretendemos transmitir es que la mediación no favorece a ningún partido político ni promueve ninguna agenda política específica. En lugar de eso, la mediación se basa en principios universales de libertad, respeto mutuo, diálogo abierto, entendimiento mutuo y búsqueda de soluciones consensuadas. Estos principios son compatibles con todas las ideologías políticas que valoran la democracia, los derechos humanos y la justicia social.
Con la incorporación de la mediación al sistema judicial se posibilita la promoción e impulso de la democracia participativa. A diferencia de los sistemas judiciales tradicionales, que a menudo dejan a las partes sintiéndose alienadas y desempoderadas, la mediación requiere la participación activa de todas las partes involucradas. Este enfoque empodera a los individuos, permitiéndoles asumir un papel proactivo en la resolución de sus propios conflictos y, en última instancia, en la configuración de su propia vida y sociedad.
La Gobernanza, o Democracia, Participativa implica a todos los miembros de la comunidad en el proceso de toma de decisiones, creando un espacio público para el debate libre y motivando a todos a participar activamente. Sin embargo, para que este ideal de democracia se haga realidad, es necesario establecer condiciones de contexto adecuadas y capacitar a las personas en habilidades argumentativas. Aquí es donde entra en juego la mediación.
Para que la mediación sea efectiva, es necesario que las instituciones públicas impulsen un marco normativo que promueva la mediación, al mismo tiempo que creen un entorno de libertad e igualdad dialéctica. Esto significa que deben proporcionar las condiciones necesarias para que todos los ciudadanos puedan participar plenamente en el proceso de resolución de conflictos, independientemente de su origen socioeconómico.
En esta línea iría encaminada la aprobación del proyecto de Ley de Eficiencia Procesal del Servicio de Justicia por el Consejo de ministros el 12 de abril es tan relevante. Esta ley, que incluye la mediación como medio adecuado para la solución de controversias, tiene como objetivo alcanzar la triada de la eficiencia procesal por tres vías: agilizar la actividad de la justicia en términos de estructura, facilitar la cohesión social y contribuir a un sistema de justicia más sostenible. Sin embargo, a pesar de su importancia, la aprobación de esta ley sigue estando pendiente y rodeada de un elevado grado de incertidumbre.
No obstante, no es suficiente con aprobar leyes, las instituciones públicas deben asumir la responsabilidad de capacitar a los ciudadanos, desde la escuela hasta los programas de convivencia ciudadana, en habilidades de comunicación crítica. Sin estas habilidades, los ciudadanos pueden sentirse incapaces de hacer uso de sus propios derechos, lo que puede aumentar la sensación de incertidumbre y pérdida de confianza frente al sistema judicial
LA MEDIACIÓN FOMENTA LA SOSTENIBILIDAD
Ya lo hemos dicho anteriormente, y lo repetiremos cuantas veces haga falta, la mediación, es más que una técnica de resolución de conflictos, y como tal también puede ayudar directa e indirectamente en la consecución de varios ODS de la Agenda 2030.
Además de los beneficios particulares que experimentan las partes que participan en una mediación, establecer esta filosofía de resolución de conflictos de forma pacífica a través del diálogo puede aportar innumerables beneficios a la sociedad impulsando el desarrollo sostenible. A continuación, pondremos algunos ejemplos fáciles de reconocer:
ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas. La mediación fomenta la paz y la justicia al proporcionar un método alternativo para resolver disputas de manera pacífica y equitativa. Por ejemplo, en una comunidad con tensiones étnicas, la mediación puede facilitar el diálogo entre los grupos y ayudar a prevenir la escalada del conflicto.
ODS 4: Educación de calidad. Al integrar la mediación en los currículos escolares, podemos enseñar a los estudiantes habilidades valiosas de resolución de conflictos y comunicación efectiva. Por ejemplo, un programa de mediación escolar puede ayudar a los estudiantes a manejar disputas de manera constructiva, promoviendo un ambiente de aprendizaje más pacífico y productivo.
ODS 5: Igualdad de género. La mediación puede promover la igualdad de género al proporcionar un espacio seguro y equitativo para que todas las partes expresen sus puntos de vista. Por ejemplo, en casos de tensiones y conflictos relacionados con la igualdad de género, la mediación puede ayudar a generar conciencia sobre la importancia de la igualdad, promoviendo la educación el intercambio de información sobre los derechos y la identificación de áreas de colaboración y posibles soluciones.
ODS 10: Reducción de las desigualdades. La mediación puede ayudar a reducir las desigualdades al dar voz a todos los participantes, independientemente de su estatus social o económico. Por ejemplo, en una disputa laboral entre empleados y gerencia, la mediación puede garantizar que las preocupaciones de ambos lados sean escuchadas y consideradas. En estas situaciones la mediación puede resolver conflictos y promover programas que faciliten un ambiente laboral inclusivo, equitativo y comprometido.
ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles. La mediación puede mejorar la convivencia en ciudades y comunidades al fomentar el diálogo y la cooperación. Por ejemplo, en un conflicto vecinal por el uso de espacios compartidos, la mediación puede ayudar a las partes a llegar a un acuerdo que satisfaga las necesidades de todos.
ODS 17: Alianzas para lograr los objetivos. La mediación puede fortalecer las alianzas al facilitar la cooperación y el entendimiento mutuo. Por ejemplo, en una disputa entre organizaciones de la sociedad civil y autoridades locales, la mediación puede ayudar a las partes a encontrar soluciones conjuntas que beneficien a la comunidad en general.
En conclusión, destacamos que la mediación es una herramienta valiosa para promover la paz, la democracia participativa y la autodeterminación ciudadana, y que paralelamente juega un papel significativo en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Es esencial que se entienda que su riqueza y eficacia proviene de su flexibilidad e interdisciplinariedad, al igual que su éxito radica en su complementariedad con el Sistema Judicial Tradicional.
Por todos los beneficios que la mediación puede aportar a los ciudadanos en su ámbito más personal, y a la sociedad en general, es entendible que todos los partidos políticos, independientemente de su color, ideología o posicionamiento, reconozcan la importancia de la mediación y se comprometan a apoyarla, divulgarla e institucionalizarla.
- Posted by AMM
- On 18 de julio de 2023
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