La Importancia de la presencia del menor en la mediación

La Importancia de la presencia del menor en la mediación

Escrito por: David Naranjo Miguel

Los menores de edad ocupan un lugar especial en el sistema de justicia debido a su vulnerabilidad y su estado de desarrollo físico, emocional y cognitivo. La manera en que se aborda la justicia para los menores no solo refleja los valores fundamentales de una sociedad, sino que también tiene un impacto significativo en el futuro de esos jóvenes y en la comunidad en su conjunto.

Para garantizar que los menores reciban un tratamiento justo y equitativo en el sistema de justicia, es esencial entender ciertos principios fundamentales:

  1. El interés superior del menor. El principio del «interés superior del menor» debe ser el factor decisivo en todas las decisiones relacionadas con los menores. Esto significa que cualquier acción tomada debe beneficiar en primer lugar al bienestar y desarrollo del menor, incluso por encima de los intereses de los adultos o de la sociedad en general.
  2. La participación activa del menor. Los menores deben tener la oportunidad de participar activamente en los procesos que les afectan. Esto incluye el derecho a ser escuchados, a expresar sus opiniones y preocupaciones, y a ser tomados en cuenta en la toma de decisiones. La participación activa les empodera y les ayuda a comprender las consecuencias de sus acciones.

La mediación es una herramienta valiosa en la resolución de conflictos, y su importancia se extiende a diversas áreas de la sociedad. Uno de los contextos en los que la mediación juega un papel fundamental es en la resolución de conflictos que involucran a menores de edad. Sin embargo, es esencial abordar este proceso con un enfoque centrado en el consentimiento de los menores, ya que esto no solo garantiza su participación activa y su voz en la resolución del conflicto, sino que también promueve el desarrollo de habilidades de resolución de conflictos y decisiones informadas desde temprana edad.

La mediación con menores es una herramienta crucial en la resolución de conflictos familiares y comunitarios que involucran a niños y adolescentes.

Cuando se trata de conflictos que afectan a menores, como los relacionados con la custodia, régimen de visitas o educación, la mediación se convierte en un enfoque por excelencia debido a su capacidad para preservar las relaciones familiares y minimizar el impacto negativo en los niños y adolescentes.

El consentimiento en la mediación con menores es un principio ético fundamental que implica que los niños y adolescentes deben estar informados sobre el proceso y tener la capacidad de tomar decisiones de manera voluntaria y libre. Es importante recordar que el consentimiento no es una formalidad, sino un componente esencial para garantizar la participación activa y significativa de los menores en el proceso de mediación.

Para que el consentimiento de un menor sea válido, debe evaluarse su capacidad para comprender el proceso de mediación y las implicaciones de las decisiones que se tomen. Esto incluye evaluar su madurez emocional, nivel de desarrollo cognitivo y su capacidad para expresar sus deseos y preocupaciones.

Al permitirles participar activamente y tomar decisiones que afectan sus vidas, se fortalece su sentido de autonomía y autoestima.

La obtención del consentimiento en la mediación con menores plantea varios retos y consideraciones éticas. Por ejemplo, ¿cómo manejar situaciones en las que los padres o tutores legales tienen intereses contrapuestos a los de los menores? ¿Cuál es el papel de los mediadores y abogados en este proceso? Estas cuestiones deben abordarse cuidadosamente para garantizar que se protejan los derechos e intereses de los menores.

Sin embargo, este contexto es particularmente sensible debido a la edad y la vulnerabilidad de los menores. Los niños y adolescentes pueden enfrentar desafíos emocionales y cognitivos al lidiar con conflictos, lo que hace que el proceso de mediación sea crucial para ayudarles a comprender y manejar sus emociones, así como para llegar a soluciones mutuamente aceptables.

El Rol del Mediador en Obtener el Consentimiento

Los mediadores desempeñan un papel crucial en la obtención del consentimiento de los menores. Para garantizar que el proceso sea ético y efectivo, los mediadores deben:

  • Explicar Claramente el Proceso: Los mediadores deben explicar de manera clara y comprensible el proceso de mediación a los menores, incluyendo sus objetivos, las reglas de confidencialidad y las posibles soluciones.
  • Crear un Ambiente de Confianza: Los mediadores deben establecer un ambiente de confianza y seguridad en el que los menores se sientan cómodos expresando sus preocupaciones y opiniones.
  • Asegurar la Voluntariedad: Los mediadores deben asegurarse de que los menores estén participando de manera voluntaria y no bajo presión externa.
  • Adaptarse a las Necesidades de los Menores: Cada menor es único, y los mediadores deben adaptar su enfoque según la edad, el nivel de desarrollo y las necesidades individuales de cada uno.

El consentimiento en la mediación con menores está estrechamente relacionado con sus derechos. Los derechos de los menores son reconocidos internacionalmente a través de documentos como la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Estos derechos incluyen el derecho a ser escuchados, el derecho a la participación y el derecho a un proceso de toma de decisiones que tenga en cuenta su interés superior.

El consentimiento en la mediación respeta estos derechos y contribuye a garantizar que los menores sean tratados con dignidad y respeto. Además, promueve la idea de que los niños y adolescentes son agentes activos en la resolución de los conflictos que les afectan, lo que es fundamental para su desarrollo como ciudadanos responsables y empoderados.

Los Desafíos de Involucrar al Menor en las mediaciones

A pesar de los beneficios evidentes, involucrar al menor en las mediaciones también presenta desafíos importantes:

  • Adaptación al Desarrollo del Menor. Los mediadores deben adaptar su enfoque de acuerdo con la edad, nivel de madurez y capacidad de comunicación del menor. Esto requiere una comprensión profunda de las etapas del desarrollo infantil y adolescente.
  • Garantizar un Ambiente Seguro. Es crucial crear un ambiente seguro y acogedor para el menor durante la mediación. Deben sentirse cómodos expresando sus pensamientos y emociones sin temor a represalias o juicios negativos.
  • Evitar la Presión Excesiva. Aunque se fomenta la participación del menor, es fundamental evitar cualquier forma de presión indebida que pueda coaccionar su participación o decisiones. La voluntariedad y el consentimiento informado deben ser respetados en todo momento.

En resumen, la presencia e importancia del menor en las mediaciones son aspectos cruciales para el éxito de estos procesos. La participación activa del menor no solo contribuye a una comprensión más completa de la situación y al empoderamiento del menor, sino que también puede fortalecer las relaciones. Sin embargo, involucrar al menor requiere un enfoque cuidadoso y adaptado a su desarrollo, así como la creación de un ambiente seguro y libre de presiones indebidas.

En última instancia, al reconocer y valorar la voz y las necesidades de los menores en los procesos de mediación, estamos contribuyendo al desarrollo de futuros ciudadanos capaces de resolver conflictos de manera constructiva y de construir relaciones saludables en su entorno.

David Naranjo Miguel

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la UNED, Curso de Curso de Mediación Civil, Familiar y Comunitaria UNED (Mediador registrado en el Ministerio de Justicia), Curso de Mediación Escolar. Universidad Cardenal Herrera CEU, Curso de Orientación y Mediación Familiar, Curso Justicia Restaurativa: las víctimas como pieza central de un nuevo modelo de Justicia Universidad Carlos III

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  • Posted by AMM
  • On 11 de octubre de 2023
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