Escrito por: Rocío Sampere

Así nos lo contaron;  una adjudicación de herencia a tres hermanos, una promesa  del hermano mayor de gestionar el patrimonio de sus progenitores en beneficio de los tres. Dos que se llevan bien, una que nunca se entera de nada, porque no le cuentan y no le escuchan (o al menos eso piensa) así que solicita una mediación.

Partiendo que el reconocimiento del individuo es una tensión moral dinamizadora de la vida social, Comins [i] nos dice que es pacífico reconocer que se precisa autoconfianza, auto respeto y autoestima, para conseguir una correcta relación con uno mismo y como consecuencia con los demás. Arendt [ii] nos enseña  que todos necesitamos un espectador, no somos seres solitarios y lo subraya como un concepto universal, nada ni nadie excluye a los espectadores.

La psicoterapia aplica la teoría del reconocimiento y  evoluciona hasta considerar  que la madurez del ser humano se mide por su capacidad de comunicación y  por como expresa a su propio yo en esa interacción [iii]

Si alguien siente desprecio (siente que se le deniegan derechos)  puede entrar en un conflicto, tener reacciones negativas como la vergüenza o la ira, una herida psíquica por la humillación que siente cuando se le priva de derechos:  de fracaso, de abatimiento, sentimientos de pena, indignación y entra en un ciclo en el que pierde la visión positiva de sí misma y  tampoco reconoce a los demás.

El experimento de Unicef sobre la exclusión por el aspecto de una niña  [iv] nos ha hecho llorar a muchos, sobre todo a la niña actriz que dejó de creer en ese momento,  en si misma por el rechazo que padeció y es que los seres humanos no pueden reaccionar de manera neutra a los ultrajes, al desprecio.

Después de sufrir desprecio pueden optar por luchar por el reconocimiento o por la total inhibición.

En nuestro caso, pudimos restablecer la comunicación, una tarea complicada del mediador, sentar a las partes y darles la palabra una y otra vez para que reconocieran sus selfs y sus sentimientos.

La comunicación es la forma da validación de los sujetos, con ella  interactúan, se comprometen, debemos afrontar la necesidad de explicar lo que se siente, explicar la necesidad de escuchar, darle una connotación positiva realista,  con un fin último: evitar el sufrimiento.

¿Qué nos encontramos? Los hermanos “unidos” eran los que durante su vida no adulta sentían que habían sufrido las humillaciones y el desprecio, porque la otra hermana era la que sus padres consideraban la “lista” la que más alto había llegado en sus estudios.  Sentían que ella había viajado, había tenido muchas oportunidades e incluso en la vejez de sus padres había omitido los deberes más esenciales de cuidado a sus mayores, siempre tolerado y alentado  por ellos,  dado que el trabajo de esa hermana era “muy importante”.

Daniel Shaw, es experto en relación entre hermanos [v]  y parte de la necesidad de más investigación sobre este tema. Él  nos enseña que el rencor por rivalidades en la niñez, por falta de reconocimiento, por personalidades incompatibles, en la vida adulta puede derivar en disputas.  Resolver los conflictos de antaño puede devenir imposible, por lo que recomienda centrarse en el presente, ver que expectativas hay y resolver lo que les impide auto reconocerse ahora.

Después de varias sesiones privadas, en las que cada uno nos expuso su self, con la atención plena del mediador, pudimos hacer sesión conjunta en la que reconocer las necesidades actuales. Se llegaron a acuerdos de venta de los inmuebles, y todos se escucharon, cada uno aportó su actividad en lo que mejor conocía. Uno se ocupó de conectar con agencias, otro de atender a las visitas de posibles compradores, otra de la estrategia fiscal.

Cientos de correos triangulados al equipo mediador para lograr la máxima objetividad en los mensajes (ausencia de reproches) nos hizo conquistar el final.

Shaw nos dice que el amor parental debe incluir el respeto por la individualidad, cuando el niño es considerado una extensión de sus padres se genera un trauma por la falta de reconocimiento subjetivo.

Aquella que hoy se sentía excluida por sus hermanos, se sintió excluida en su niñez por sus padres que siempre le habían costeado formación fuera de casa. Y cuando eran mayores le alentaban a no ir porque ya estaban sus hermanos.

Aquellos que hoy se habían aliado eran fruto, quizás,  de ese narcisismo traumático que define Shaw, porque eran extensión de sus padres, sus cuidadores, y tampoco fueron reconocidos subjetivamente, ellos también sentían vergüenza por el pasado.

Fallos de la infancia. El equipo mediador nos entregamos y reconocimos a cada uno, nos surgió una especie de enamoramiento, del que aprendemos de inmediato, intentamos aportarles seguridad.

[i] Comins Mingol I. Cultura para la Paz, hacia una búsqueda del reconocimiento. Fórum de Recerca 1999; 4. ISSN: 1139-5486 http://www.uji.es/publ/edicions/jfi4.

[ii] Arendt, H. La vida del espíritu. Paidós Básica, Barcelona 2007: 43-54. http://www.acuedi.org/ddata/10741.pdf

[iii] Honneth, A. La sociedad del desprecio. Trotta, Madrid 2011: 183-204.

[iv] https://www.google.com/search?q=Youtube+experimento+social+ni%C3%B1a+aspecto&biw=1102&bih=930&tbm=vid&sxsrf=APwXEde6yVoBiWlFwzOVI1LYOSRzn-PLhA%3A1682234555474&ei=u9xEZIjMHLqTkdUP_I62-AU&ved=0ahUKEwjIle6IvL_-AhW6SaQEHXyHDV8Q4dUDCA0&uact=5&oq=Youtube+experimento+social+ni%C3%B1a+aspecto&gs_lcp=Cg1nd3Mtd2l6LXZpZGVvEAMyBQghEKABMgUIIRCgATIFCCEQoAE6BAgjECc6BggAEBYQHjoECCEQFToICCEQFhAeEB1Q7AVYxSlggSxoAnAAeACAAW-IAaMLkgEEMTQuMpgBAKABAcABAQ&sclient=gws-wiz-video#fpstate=ive&vld=cid:6c286d2b,vid:Pk_NDVCX1o8

[v] https://www.psicoterapiarelacional.es/Portals/0/eJournalCeIR/V14N2_2020/22_MAnson_Recension-Narcisismo-Traumatico_CeIR_V14N2.pdf

Rocio Sampere

Directora Instituto Mediación AMM (IMAMM)