Solo le falta hablar

Solo le falta hablar

Escrito por: Gloria Mª Calderón Duque

Un micrófono fara quienes no tienen voz pero sienten

La mediación supone ofrecer la oportunidad a aquellos que no pueden expresarse pero que forman parte de la familia, conviven y mantienen vínculos afectivos con cada uno de los miembros que la integran generándose conexiones inexplicables.

En las crisis matrimoniales (separación, divorcio, nulidad)  se rompe el lazo afectivo existente hasta la fecha entre ambas partes necesitando buscar caminos alternativos que ofrezcan una vida distinta y mucho mejor. Hemos convivido con la otra persona durante meses, años y la convivencia cesa. ¡Recalculemos ruta! ¡Pongamos e GPS!

La mediación es un espacio propicio para que todos se  acomoden, busquen sentirse bien y encuentren su lugar, dentro de lo doloroso y difícil que supone deshacer años de convivencia, recolocando todo con nuevos diseños y nuevas perspectivas de vida.

Recordando momentos de mi infancia, cuando me leían libros mis padres antes de acostarme. Puedo trasladarme a aquellos instantes y oír esas expresiones de alegría, júbilo y de tristeza a la vez que a través de sus personajes y sus vínculos con los humanos y el resto de los animales de su especie, describía  el poeta Juan Ramón Jiménez (Platero y Yo)

– Alegría:

“Platero juega con Diana, la bella perra blanca que se parece a la luna creciente, con la vieja cabra gris, con los niños… Salta Diana, ágil y elegante, delante del burro, sonando su leve campanilla, y hace como que le muerde los hocicos. Y Platero, poniendo las orejas en punta, cual dos cuernos de pita, la embiste blandamente y la hace rodar sobre la hierba en flor. La cabra va al lado de Platero, rozándose a sus patas, tirando con los dientes de la punta de las espadañas de la carga. Con una clavellina o con una margarita en la boca, se pone frente a él, le topa en el testuz, y brinca luego, y baja alegremente, mimosa, igual que una mujer… Entre los niños, Platero es de juguete. ¡Con qué paciencia sufre sus locuras! ¡Cómo va despacito, deteniéndose, haciéndose el tonto, para que ellos no se caigan! ¡Cómo los asusta, iniciando, de pronto, un trote falso!”

¿Y si nos ofrecen el micrófono para dar voz a aquellos que no pueden hablar pero sienten? ¿Qué nos parecería la oportunidad de poder expresar aquello que pasa por nuestra imaginación? La narrativa del lenguaje es importante dado que nos presenta escenarios en los que escucharnos a nosotros mismos y a los demás produce esos “clics” que cambian el rumbo. El lenguaje es libertad, libertad de escoger aquellas palabras con las que nos sentimos identificados, libertad de exteriorizar los sentimientos, emociones y libertad de pedir lo que realmente necesitamos para encontrar un ámbito pacificador y de bienestar. Libertad de entonar y enfatizar.

Esta vez vamos a ofrecer el micrófono a un ser sensible:

¡Hola soy una perrita de raza teckel, llamada Lola y quisiera ser el altavoz  de todos mis amigos, los animales, que conviven con familias como la mía!

Un día tuve la suerte de que la familia Alvarez-García me escogiera para empezar mi vida junto a ellos.

Desde el principio, cuando la pequeña de la casa, Jimena, me cogió entre sus brazos, supe que ella iba a ser mi favorita. Rápidamente comencé a conocer a todos los miembros de la familia y a saber el roll que cada uno de ellos desempeñarían.

 Rosa, la madre, me daba de comer, me aseaba y me paseaba los fines de semana, me mimaba y me acariciaba. El padre, Antonio, me sacaba por las mañanas y por las noches para que hiciera mis necesidades y me llevaba al veterinario. Jugábamos a tirar y recoger palos. Jimena me disfrazaba, me peinaba, me  llamaba “perro salchicha”, me hacía rabiar pero  me lo pasaba genial con ella. La mayor de las hijas, Marta, me sacaba a pasear a mediodía, me  llevaba con las amigas, me hacía corretear por el campo .Todos ellos me querían, cuidaban y protegían.

Yo me pongo triste cuando alguno de ellos llega cabizbajo y alicaído del trabajo o del colegio, les recibo  saltando y ladrando en la puerta cuando llegan a casa. “les hago las fiestas” como decía la abuela materna de las niñas. Sé cuándo están contentos, angustiados o  enfadados, percibo los sentimientos y yo me hago partícipe de todo lo que sucede día a día. Mi vida son  ellos,  son mi familia.

 Un buen día me encontré con que la familia se dividía en dos subfamilias, una formada por la madre, las hijas y yo y otra por el padre, las hijas y yo. Las niñas y yo nos distribuíamos con los padres. Fines de semana alternos y mitad de vacaciones, éramos el lazo que les unía y por los que debían seguir hablando, entendiéndose y  contactando. Un divorcio y una nueva forma de relacionarnos todos.

 Por aquél momento acudieron a la mediación para poder reordenar todo lo que les había unido y todo lo que les iba a seguir uniendo a pesar de que ya no vivirían juntos. Prefirieron  decidir por ellos mismos y que no fuera un juez que no conocía a la familia quien tomara decisiones para todos, incluida yo.

Como animal no humano a quien se le ofrece la ocasión de “ladrar” destaco que  la mediación  ofrece un ambiente en el que se va a trabajar sobre todo lo que a esas personas les interesa y les preocupa. Ellos saben mejor que nadie cómo es su familia, sobre qué aspectos deben hablar para que nada tenga que decidirse por otros que no conocen los entresijos de la organización y estructura familiar. Decidir por ellos mismos.

Si además tienes un animal conviviente en el hogar, la mediación ofrece es un espacio adecuado y magnífico para buscar soluciones consensuadas evitando que la maquinaria judicial se ponga en marcha, relegando su trabajo únicamente  para otros asuntos que requieran mayores dificultades.

 Se evita el peregrinaje por los juzgados años tras años en un sinfín de procedimientos que nunca acaban, mientras el agotamiento psicológico hace mella en todos los integrantes de la familia, con resultados que muchas veces no son los esperados para todos.

Y sigo “ladrando y ladrando” a través del micrófono mediador que traduce todo lo que yo deseo expresar, resaltando el  grandísimo  paso producido  en cuanto al nuevo concepto jurídico de los animales, con la  adecuación al  ordenamiento europeo y en base al art 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea: “los Estados miembros tendrán plenamente en cuenta las exigencias en materia de bienestar de los animales como seres sensibles”.

Los animales sentimos, tenemos vínculos con los humanos que nos cuidan, incluso hay cuadros como el  de Las Meninas de Diego de Velázquez (1656) en el que nos retratan. Aparece la infanta Margarita rodeada de su corte. Once personajes humanos más uno no humano. En primer plano está el mastín, recostado pacientemente con  Nicolasito Pertusato que juega con él sin que se inmute pareciendo que posa para Velázquez. Es una escena de un hogar íntimo de la realeza en el que se nos incluye.

A través de la entrada en vigor

Con la nueva regulación (entrada en vigor el día 5 de enero de 2022 de la  Ley 17/2021 de 15 de diciembre de modificación del Código Civil, la ley hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre el régimen jurídico de los animales), ya no dependo de quien me inscriba en el registro, ni soy una cosa, sino que me tienen en cuenta de una forma especial  y me siento protegida para que cuando discutan sobre mí, atiendan a mi bienestar y  al especial vínculo con los miembros de la familia, evitando el maltrato, el abandono y la provocación de una muerte cruel o innecesaria.

Somos seres sensitivos, diferenciándonos  de las personas, cosas y de otras formas de vida (las plantas).

Somos importantes para las familias y las familias son importantes para nosotros. Observando otro cuadro de la pintura flamenca, El matrimonio Arnolfini, en el que los animales  aparecemos con todo sumo de detalles. En primer plano están los personajes humanos y el perrito sus pies que con máximo  naturalismo le ha expresado Jan Van Eyck (1434) a la vez  que con toda minuciosidad microscópica.

Haciendo un pequeño itinerario de la ley, destacamos los siguientes aspectos importantes:

  • Nos van a tener en cuenta en el convenio regulador. Cuando se deba establecer el tiempo de convivencia, de mi cuidado y de todas las cargas que conlleva atenderme. Se reflejará en dicho convenio regulador teniendo en consideración el interés de los miembros de la familia y el bienestar animal (se introduce en el apartado 1, art 90 CC nueva letra b bis y modificación apartados 2 y 3).
  • Estos acuerdos adoptados por los cónyuges se aprobarán por el juez, salvo si fueran gravemente perjudiciales para el bienestar de los animales de compañía, en cuyo caso autoridad judicial ordenará las medidas a adoptar, sin perjuicio del convenio aprobado (art 90, 2 CC).
  • En la regulación de las medidas definitivas si se hubieran alterado gravemente nuestras circunstancias (art 90, 3, CC)
  • Regulando asimismo las modificaciones de medidas, si se hubieran alterado gravemente sus circunstancias (Art 91 CC)
  • Esta ley nos protege hasta el punto de la limitación de la guarda y custodia compartida en los casos en los que nos maltraten, o se produzca la amenaza de causarlo, como medio para controlar o victimizar a cualquiera de las personas (hijos o cónyuges) (modificación del apartado  7 del artículo 92CC)
  • El juez establecerá la atribución de nuestro cuidado a uno o varios cónyuges y determinará la forma en que el cónyuge  al que no se le haya confiado podrá tenernos en su compañía, estableciendo el reparto de cargas asociadas a nuestro cuidado ,  atendiendo al  interés de los miembros de la familia y al bienestar del animal, con independencia de la titularidad dominical de este y de a quién le haya sido confiado para su cuidado haciéndose constar en el correspondiente registro de identificación de animales. (Art 94 CC, bis)
  • Se pueden establecer medidas provisionales (art 771, 2LEC) y medidas cautelares (1 ª Bis en el artículo 103 CC)
  • Esta ley modifica la Ley hipotecaria (introduce el apartado 1º del art 111 LH) no cabe el pacto de extensión de hipoteca a los animales de compañía.
  • Además modifica la LEC en el sentido de que no vamos a poder ser embargados (nuevo numeral 1º art 605 LEC, pasando a ser 1º bis), sin perjuicio de la posibilidad de embargar las rentas que dichos animales puedan generarse.
  • En cuanto al Régimen económico matrimonial nos incluirán entre los bienes y derechos que le pertenecía a cada cónyuge al comenzar la sociedad de gananciales (art 1346, 1º CC)
  • En caso de fallecimiento de nuestros dueños, nos entregarán a los herederos o legatarios para el supuesto de que no exista testamento y cuidarán de nosotros hasta que se resuelva con quién nos quedamos (nuevo art 914 LEC y 914 bis).

Gracias al protagonismo ofrecido hoy a través del micrófono mediador, la expresión humana sobre los animales “sólo le falta hablar” se ha hecho realidad y he podido decir con mis propias palabras de “perro” lo que todos los animales sintientes y dotados de sensibilidad piensan.

  De cada tres hogares españoles, en dos de ellos se convive con un animal, es muy recomendable buscar soluciones a través de la mediación puesto que se liberará de carga a los juzgados y se encuentran opciones  adaptadas a cada caso concreto y nuestra “voz” se podrá oír generando una verdadera conexión con el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030,  ODS 3, salud y bienestar porque si todos los miembros de la familia buscamos el bienestar, este redundará en una vida más saludable.

 “Es expresivo y cambiante el lenguaje de las campanas; su vibración es capaz de acentos hondos y graves y livianos y agudos y sombríos. Nunca las campanas dicen lo mismo. Y nunca lo que dicen lo dicen de la misma manera” (El Camino, Miguel Delibes)

Gloria Mª Calderón Duque

procuradoragloriacalderon.es

Linkedin | FB: gloriacalderonprocuradora

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  • Posted by AMM
  • On 29 de marzo de 2022
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