Expectativas laborales de un mediador

Expectativas laborales de un mediador

Escrito por: David Naranjo Miguel

La Ley 5/2012 de Mediación en asuntos civiles y mercantiles en el apartado II del Preámbulo haciendo hincapié en la mayor eficacia de la mediación para posibilitar la “desjudicialización de determinados asuntos, que pueden tener una solución más adaptada a las necesidades e intereses de las partes en conflicto que la que podría derivarse de la previsión legal”.

El esperado auge de la mediación no ha llegado pero se espera su despegue en un plazo relativamente corto

La mediación sigue siendo una gran desconocida para los ciudadanos, que a la hora de solucionar un conflicto siguen percibiendo los tribunales como el camino a seguir.

Si bien es verdad que en España sigue sin calar la cultura de la mediación, esta se configura como una apuesta al largo plazo, aunque sea pasito a pasito, la mediación va tomando volumen y hay algunas instituciones que están apostando con fuerza por esta fórmula alternativa de resolución de conflictos,

Dejando a un lado las diferentes previsiones del Ministerio de Justicia de mayo del año pasado, que estimaban un alud de nuevos casos que llegarán a nuestros juzgados como consecuencia de la crisis derivada de la pandemia, la realidad es que juzgados desbordados y escasez de medios humanos y materiales describen perfectamente la actual Administración de Justicia.

Lo cierto es que a fecha de hoy, ya sea por la falta de concienciación en la mediación de la judicatura o de la propia ciudadanía, los juzgados de toda España siguen colapsados de trabajo, por lo que sin duda, los datos actuales llaman a potenciar las fórmulas alternativas de resolución de conflictos fuera de los tribunales.

Ya en enero de 2019, el Consejo de Ministros aprobaba el Anteproyecto de Ley de Impulso de la Mediación, a pesar de la situación a día de hoy este sigue pendiente de ser aprobado.

En este se pretende implantar de forma definitiva la mediación como figura complementaria de la administración de Justicia para la resolución de conflictos. Se busca conseguir un modelo de “obligatoriedad mitigada”, es decir, se obligaría a las partes a un proceso de mediación previo a la interposición de determinadas demandas.

En la actualidad podríamos dividir las salidas profesionales en dos vertientes: la mediación intrajudicial y la mediación extrajudicial.

La mediación intrajudicial es aquella mediación que se produce por derivación de un proceso judicial abierto, mientras que la mediación extrajudicial es la mediación a la que se someten las partes sin la necesidad de abrir un proceso judicial. La única diferencia entre ambas mediaciones es la forma en la que se accede a ella, remitido a través dentro del juzgado o como opción prioritaria antes de emprender la via judicial, en el caso de que se agotase la vía de la mediación sin acuerdo entre las partes.

El futuro de la mediación se configura como un ente con múltiples vertientes y con muchas facetas y posibilidades.

De hecho, cada vez más encuentra su expansión en campos tan diversos como pueden ser el ámbito educativo, los espacios comunitarios y de convivencia en general, el entorno penitenciario, las propias organizaciones empresariales, los modelos sanitario, el mundo deportivo, la búsqueda de la convivencia intercultural, la gestión con aseguradoras y a si un sinfín de posibilidades, y esto es así porque la mediación contribuye a la mejora del clima de convivencia y ayuda a desarrollar habilidades sociales, comunicativas y de gestión de conflictos en las partes que participan en un el proceso.

Como de puede comprobar, la mediación se está convirtiendo en una herramienta transversal aplicable a una cantidad innumerable de entornos.

Es por ello que las salidas profesionales de la mediación abarcan multitud de  ámbitos tanto en el sector público como en el sector privado, así como asociaciones, fundaciones o entidades educativas.

También podríamos incidir en la importancia del trabajo en mediación más allá de la acción directa en la gestión de conflictos, las actuaciones de participación relacionadas con la prevención de los mismos, la formación de profesionales relacionada con la gestión positiva de las confrontaciones, la sensibilización sobre la importancia de la gestión alternativa de los conflictos, la mejora de la convivencia y la cultura del diálogo y la paz.

La mediación está de actualidad, está en constante movimiento buscando nuevas formas de expresión. Todavía queda camino por recorrer, no obstante, ya es mucho el camino recorrido.

Se podría decir que allí donde pueda caber una disputa es necesaria la figura de un mediador. A ello habría que añadir la necesidad de una correcta formación y una especialización que nos haga profesionales competentes en nuestro campo.

Por lo anteriormente expuesto podríamos aventurarnos a decir que es un buen momento para la mediación, con unas expectativas laborales al alza y un panorama que nos muestra esta herramienta como fundamental para el futuro de nuestra sociedad.

David Naranjo Miguel

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la UNED, Curso de Curso de Mediación Civil, Familiar y Comunitaria UNED (Mediador registrado en el Ministerio de Justicia), Curso de Mediación Escolar. Universidad Cardenal Herrera CEU, Curso de Orientación y Mediación Familiar, Curso Justicia Restaurativa: las víctimas como pieza central de un nuevo modelo de Justicia Universidad Carlos III

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  • Posted by AMM
  • On 15 de febrero de 2022
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Tags: expectativas, laborales, mediador